Hay canciones que se escribieron para las verbenas y fiestas que sin verbenas no son fiestas. Hay comunidades sociales que sólo engrasan su funcionamiento con la celebración. Pasodobles que bailan las mujeres entre sí creando complicidades, gentes que se resisten a las coreografías colectivas, congas, rumbas y roneos.

La gozadera

Este verano la casta musical de las fiestas populares sucumbió ante gozaderas, taxis y twerkings. El machacón sonido electrolatino se comió las verbenas y los saraos, las fiestas de los pueblos, las matineés y los eventos estivales.

No sé si el rechazo a este tipo de música tiene una base generacional. Tampoco si es una cuestión cultural, de clase o tiene que ver con lo que dice César Rendueles en «Sociofobia«

"La mayor parte de la música que el occidente rico odia se baila en pareja y extremadamente pegado. Una pista de baile de reaggaetón es una especie de consumación de la pesadilla simbólica occidental: una masa sudorosa, apretada y sin ilustrar, coreando letras de alto voltaje sexual y proclive a la violencia" (18)

Es cierto que las discotecas de este país han perdido el roce. Que nos hicimos los interesantes con el paso del tiempo. Que el baile quedó reducido a las clases de spinning, el folklore o a las fiestas de la tercera edad. No es de extrañar que los adolescentes hayan dado una patada en el culo a nuestra mojigatería buscando formas alternativas para sudar y apretarse en cualquier verbena de España.

Pero no todo es tan alternativo y rompedor. Tampoco los veinteañeros y sus ganas de rozar son los responsables de asesinar a SKA-P, Mägo de Oz o Extremoduro. «La Gozadera«, uno de los éxitos de este verano, lleva el sello de Sony Music y la canta, ni más ni menos, que uno de los latinos descafeinados más conocidos en EE.UU: Marc Anthony.

No es el estilo ni los gustos generacionales quienes mataron las verbenas. Fueron sólo, y cómo siempre, los de siempre…… «Miami me lo confirmó….»