La noche electoral del fin de la historia. La jornada en la que España se rompía tuvo una única verdad: Cataluña es un país para HOMBRES.
Señores con americana mitinera, figurantes de anuncios de ópticas, libertarios con libros debajo del brazo buscando púlpitos, hombretones tan altos como su xenofobia, bailongos que salvaban los muebles a ritmo de disco….
Señores a los que comentaban más señores desde los medios. Tertulias repletas de hombres hablando al ritmo y al paso de los hombres.
Y en medio de todo…. ellas. Algunas orilladas en los puestos bajos de las candidaturas. Otras en los números de salida pero sin voz, ni presencia, testimoniales «señoras de la independencia». Mujeres a la sombra de «grandes» hombres, jóvenes, guapos, aSuarizados.
Ni gano el SÍ, ni lo superó el NO…. el triunfo electoral en Cataluña fue cosa de hombres.